El precio del silencio - "La intrusa" de Jorge Luis Borges

 

                                                          El precio del silencio

                                    "La intrusa" de Jorge Luis Borges 

Por Milena .T. Feltrin 

    En La intrusa, Jorge Luis Borges nos cuenta la historia de dos hermanos, Eduardo y Cristián Nilsen, que viven muy unidos hasta que una mujer, Juliana, entra en sus vidas. Desde ese momento, empiezan los celos, las tensiones y también los comentarios del barrio. Aunque la historia parece hablar solo de una mujer y dos hombres, el verdadero conflicto va más allá: lo que dice la gente, lo que no se dice entre ellos y cómo todo eso va armando una tragedia. El chisme y el orgullo juegan un papel fundamental en este cuento, donde el silencio termina siendo tan peligroso como las palabras.

     Desde el principio, Borges deja en claro que la historia está contada como un rumor. Empieza con un “dicen” que ya nos hace pensar que lo que vamos a leer es algo transmitido de boca en boca. A lo largo del cuento, se nota que los comentarios del barrio no solo observan lo que pasa entre los hermanos y Juliana, sino que también empujan los hechos. Por ejemplo, cuando Eduardo se cruza con un vecino que lo felicita por “ese primor” (refiriéndose a Juliana), se enoja no porque sea mentira, sino porque siente que se están burlando de su hermano. Esa frase, que parece un simple chisme, lo hace reaccionar. Es un ejemplo claro de cómo las palabras de otros afectan la relación entre los personajes.

    A lo largo del cuento, los hermanos nunca hablan abiertamente de lo que sienten. No admiten estar enamorados de Juliana, porque eso los haría ver débiles en un mundo donde los hombres se valoran por su fuerza y no por sus emociones. El machismo, presente en todo el relato, les impide decir lo que les pasa. Por eso, en vez de resolver el conflicto hablando, toman decisiones extremas: primero venden a Juliana y, después, directamente la matan. La violencia aparece como una forma de “resolver” lo que no pueden expresar con palabras.

    Este conflicto también aparece en La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, una obra donde el chisme y el “qué dirán” tienen muchísimo poder. Ahí, las hijas de Bernarda viven encerradas, bajo reglas muy estrictas, y también sufren las consecuencias de no poder decir lo que sienten. En ambos textos, los personajes viven bajo presión social, y las mujeres terminan siendo las más perjudicadas. Juliana, igual que Adela (la hija rebelde en la obra de Lorca), termina pagando con su vida un conflicto que en realidad no causó ella.

    En conclusión, La intrusa no es solo una historia de celos entre dos hermanos, sino un reflejo de cómo el orgullo, el machismo y el chisme pueden destruir relaciones. Borges no necesita grandes discursos para mostrar cómo los silencios y las apariencias pueden llevar a decisiones terribles. Al final, ni Eduardo ni Cristián ganan: lo único que consiguen es borrar todo lo que los separaba, pero a través de la culpa y la pérdida.

Comentarios

Entradas más populares de este blog